En mayo de 1942 más de 1.000 bombarderos británicos reducen a cenizas la ciudad de Colonia. La operación fue dirigida por Harris y ordenada por Churchill, uno de tantos episodios oscuros del denominado bando aliado.
Para quien piense que eran necesarios este tipo de bombardeos, pues aún no se había ganado la guerra, que fije su mirada en los de Dresde en febrero de 1945. O en los de la misma Colonia en marzo de 1945.
La Catedral de Colonia, lugar donde reposan los restos de los Reyes Magos, se salva milagrosamente. Entre otras cosas porque grupos de voluntarios, durante las noches del bombardeo, se apostaron sobre y debajo del techo, extinguiendo rápidamente las bombas incendiarias que tiraban los aliados. También la vidrieras fueron desmontadas por los vecinos para salvarlas de las explosiones.
A pesar de contar con un sistema de iluminación que advertía a los pilotos recibió 14 impactos.
Nuestro recuerdo y oraciones para todos esos voluntarios y víctimas de aquellos días.
Capitán Ryder
!Cuantos crímenes cometieron los aliados sobre la población civil!
Pues sí, hay un par de episodios todavía más oscuros en torno a Patton y Eisenhower.
El primero era partidario de no dejar a los rusos ningún país del este. Había declarado «los políticos-soldaditos de plomo en Washington nos han permitido patearle el trasero a un hijo de puta [Hitler] y al mismo tiempo nos han obligado a ayudar a que se encumbre un segundo hijo de puta [Stalin] tan malvado o más malvado que el primero…».
De hecho, también manifestó su opinión contraria a la política anti alemana, sin relación con la guerra, que se practicó al final de la guerra y en la posguerra. Era una china en el zapato.
Murió en un accidente de coche bastante sospechoso.
Al segundo se le imputaban crímenes de guerra sobre soldados alemanes que la prensa y la historiografía nunca aireó. Son los llamados campos de la muerte donde se estima murieron 1 millón de alemanes que se habían rendido y a los que Eisenhower negó el estatus de prisioneros de guerra, limitándoles los alimentos. Los británicos se negaron a seguirle en este tema.