The Remnat es un medio de comunicación católico estadounidense.
Mi deficiente inglés me impide seguirlo más de lo que desearía pero siempre que uno se asoma descubre algo que merece la pena.
Hace unos días topé, de casualidad, con este artículo referido a Bruce Springsteen, estrella de rock mundial.
En dicho artículo se utiliza una expresión realmente bella, paradojas de la vida, para plasmar un hecho horroroso, lo sucedido en la Iglesia las décadas pasadas.
Esta expresión, referida a la infancia de Bruce S. en una ciudad católica habla de aquellos que «crecieron a la sombra de los campanarios».
El artículo en cuestión y el enlace donde pueden ver la entrevista a «The Boss».
“Crecimos a las sombras del campanario «. – Bruce Springsteen
En este RTV Short, una de las estrellas de rock más populares del mundo dice algunas cosas sorprendentes sobre la antigua misa latina, las monjas, la educación católica y cómo su formación católica temprana influyó en su vida.
Por favor, comprenda, esto no es un homenaje a ‘The Boss’, uno de los principales campeones de la industria de la música liberal. Esto es sobre el impacto de la Revolución del Vaticano II, no solo en Springsteen sino en toda su generación, que vio cómo la Iglesia en su elemento humano se autodestruyó ante sus ojos.
Además, para aquellos que dicen que la Iglesia Católica fue «siempre de esta manera», siempre un nido de sacerdotes pedófilos asistidos por monjas que maltratan a los niños, bueno, aquí hay una superestrella cultural (a diferencia de otro católico tradicional, mirando hacia atrás a través de anteojos de colores) que no deja de diferir, y lo vivió.
Recuerda a las monjas, la misa en latín, los viejos tiempos y las viejas costumbres y, según él, fue hermoso crecer en mi ciudad natal (católica).
Mientras las ciudades católicas de la infancia de Springsteen se desvanecen en las neblinas nocivas de un secularismo despiadado, oremos por las ovejas perdidas que crecieron a la sombra de los campanarios. Nunca sabremos lo que podría haber sido diferente para ellos si la misa se hubiera mantenido igual, los sacerdotes no se hubieran fugado por decenas de miles para casarse, y las monjas no hubiesen abandonado sus hábitos.
¡Piense en el horroroso impacto que debe haber tenido en los niños de esa generación cuyo mundo católico explotó y que quedaron para enfrentar a los demonios de la Revolución Sexual más o menos solos!
Bien jugado, Vaticano II.
Que Dios tenga misericordia de todas las ovejas perdidas, nosotros incluidos.
https://remnantnewspaper.com/web/index.php/articles/item/4413-bruce-springsteen-my-catholic-hometown
Capitán Ryder
Hermoso testimonio, emocionante. Debemos hacer algo para que nuestros hijos, al menos, sean menos víctimas de la revolución sexual de lo que fuimos nosotros.
Sería muy bueno que un alma caritativa tradujese lo que dice Bruce al piano