Era profundamente perturbador ver las imágenes de Notre Dame por televisión.
Imposible no asociarlo con la situación de la Iglesia hoy en día. Sin embargo, la diferencia es abismal pues un derrumbe físico no deja de ser un contratiempo más o menos molesto(1) pero el derrumbe espiritual es de imposible apuntalamiento.
De hecho, si se piensa en sentido sobrenatural se producen muchos Notre Dame en Europa, casi a diario. Y quienes “prenden fuego” son nuestros “celosos pastores”, generalmente en nombre del ecumenismo.
Hace unos meses uno o varios idiotas realizaban unas pintadas en la Catedral de Santiago de Compostela. Los rectores del templo denunciaban la profanación.
De la profanación por ellos alentada cinco años atrás no tenían nada que decir.
Se adjunta enlace.
El traidor Arzobispo de Madrid monseñor Osoro daba su beneplácito a la profanación de hace unos días en la Catedral de La Almudena.
Bailecito ecuménico.
https://infovaticana.com/blogs/michael-collins/osoro-permite-un-baile-musulman-en-nuestra-catedral/
Hace unos meses el Cardenal de Viena permitía que la Catedral de su diócesis se transformase en una discoteca.
Ni los paganos llegaban a tanto pues tenían un cierto sentido de lo natural. En la Catedral de Viena hay enterradas más de 10.000 personas. Nada que impida a los bárbaros continuar con su diversión(2). Ese «gran teólogo», en palabras de Francisco.
https://twitter.com/RacloSmith/status/1054339479308328962
Claro, todo esto tiene antecedentes, desde Pablo VI (Santo) a Juan Pablo II (El Magno)(3) con la nunca aclarada profanación de la Iglesia de San Pedro en Asís.
https://eccechristianus.wordpress.com/2011/03/18/la-reunion-de-asis/
El caso es que lo de ayer es algo puramente sentimental, muy llamativo, pero poco relevante respecto a lo ocurrido desde hace décadas.
Hablaba San Atanasio en la crisis arriana para animar a los fieles sobre la importancia de mantenerse fiel, en cuerpo y alma, aunque los templos los tuviesen otros. Esa gran verdad sigue siendo realidad hoy. Una gran pérdida lo de ayer, nada en comparación con lo perdido estas últimas décadas. Y se continúa por el mismo camino.
Capitán Ryder
NOTA: Una imagen bella, sentida, de profunda fe de los católicos franceses que espontáneamente rezaban en las calles. Por ahí vendrá la restauración, si Dios lo quiere, no busquen otro camino.
- Parece que se salvó el Santísimo Sacramento.
- Cardenal Christoph Schonborn, ese gran hallazgo de Juan Pablo II. Un «pequeñísimo» error este nombramiento, como todos sabemos.
- Me he perdido con las diversas teorías esgrimidas por los Benevancantistas sobre Juan Pablo II. Ya no sé si quiso frenar el Vaticano II, si estaba preso de la masonería eclesiástica, si le engañaron en los nombramientos. Van adaptando las teorías pues todo era maravilloso hasta que llegó Francisco.
Pilar Baselga youtobe