LOS DEMONIOS DE JUAN MANUEL

Leo en Infovaticana que Juan Manuel de Prada ha escrito nuevo libro, una especie de homenaje a C.S.Lewis y a su obra, titulado «Cartas del sobrino a diablo».

Juan Manuel de Prada es una de las poquísimas voces católicas que articula en público un discurso que podríamos denominar de «catolicismo tradicional». Alejado totalmente de esas martingalas con las que nos machaca la jerarquía desde el Vaticano II. A saber, Lutero «testigo del evangelio», «todas las religiones son buenas», o más recientemente la “conversión ecológica” etc

Pero llevo tiempo preguntándome cuáles son los «demonios», los “diablos” de Juan Manuel, pues es evidente que hay un abismo entre su discurso teórico y el trato que dispensa a quienes podrían ser sus supuestos destinatarios pues comparten Fe con él.

Soy de la opinión, me parece que evidente, que todos tenemos «nuestros demonios», que todos somos hijos de la educación, ambientes y vivencias que hemos tenido. Que todo eso nos influye y que, en muchas ocasiones explica nuestra manera de actuar.

Por poner un par de ejemplos en la Iglesia; Juan Pablo II combatió ferozmente contra el comunismo no sólo porque lo viese un horror desde el punto de vista teórico sino también porque lo había visto en acción, y Benedicto XVI dedicó parte de su pontificado, con nulo éxito, a intentar paliar la ruptura con la Tradición del Vaticano II pues él había presenciado in situ, y colaborado, en el derrumbe de la Iglesia en su juventud.

Parte de lo que movió a esos pontífices no se explica sin su vida anterior, algo lógico.

Por eso me pregunto, cuáles son esos demonios de Juan Manuel que le llevan a una indisimulada inquina contra los católicos liberales a la vez que pasa de puntillas por quienes los han creado a miles. Por cierto, un discurso también frecuente en Infocatolica.

Ambos dedican sus dardos al liberalismo de, por ejemplo, el partido político Vox, pero se cuidan muy mucho de señalar a los verdaderos causantes del liberalismo político actual. O por afinar un poco más, tienen unas exigencias mayores para el alumno, el ciudadano medio, que para el profesor, la Jerarquía católica.

En el caso de Infocatolica sacarán hoy una noticia señalando acertadamente el discurso liberal de Vox y en el siguiente artículo el Padre Iraburu te explicará muy serio como Pablo VI es un santazo aunque sea evidente que él se encargó de llevar el liberalismo a todos los rincones de la Iglesia.

Otro tanto hace Juan Manuel, que dedica, por ejemplo, dos artículos a criticar el Pin parental de Vox, por ser una medida liberal, pero seguidamente pasa de puntillas por el hecho de que 8000 colegios religiosos en España son incapaces de hacer frente a la degeneración en la educación con una propuesta mejor. Por supuesto, también ignorará que nada más liberal para la educación que la propuesta del propio Papa Francisco, jaleado por él en su persecución y humillación al episcopado conservador, cuando afirmó “que más me da en que religión sea educado un niño si tiene comida y vestido”.

En ambos casos adoptan una postura profundamente desleal con el católico medio y, también podríamos denominar, profundamente mentirosa, al señalar el espantajo que distraiga la atención del verdadero problema.

Para ambos, la culpa del niño malcriado sería exclusivamente del niño, los padres nada tendrían que ver. Es más, no sólo estarían exentos de responsabilidad sino que, además, serían unos padrazos.

En el caso de Juan Manuel contrasta, además, con las carantoñas, las risas o los brindis que reservó para un par de personajes de lo más siniestro: Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero.

En las dos entrevistas que concedió a ambos no faltaron las risas, la complicidad, el buen rollito. Para entonces ya era evidente que Pablo Iglesias y Monedero exhibían como único triunfo político la batasunización de todo España, el llevar las tácticas del terrorismo callejero etarra a todos los rincones de este país. El acoso en su domicilio al disidente, el insulto por la calle y la amenaza física eran su forma de hacer política. Empezó antes de ellos, con Zapatero, pero ellos lo desarrollaron y lo han asumido como propio. Ahora ya estamos en tiempos de cosecha, veremos lo que sale de esto.

Por supuesto, también eran públicas la defensa del grupo terrorista ETA y el asesoramiento al régimen criminal de Venezuela.

Todo eso no impidió, como digo, la complicidad en la entrevista, «el tender puentes», dándose la curiosa coincidencia de que el «catolicismo tradicional español» comparta puesta en escena con Francisco; los insultos para los de casa estén o no equivocados, y las carantoñas para los perseguidores a los que ven cualidades ocultas que nadie consigue ver.

Esta historia fue rematada por el propio Juan Manuel en un artículo en El Semanal en el que se despachaba así con aquellos seguidores suyos que le afearon la entrevista con Iglesias con estas delicadas palabras, «Pero tales delirios sólo los pueden concebir personas fanatizadas, convertidas en tristes sacos de pus, que han encontrado en Pablo Iglesias la diana de sus odios viscerales…(1)».

Seguidamente catalogó a Pablo Iglesias como «un político infinitamente más culto(2) que casi todos sus coetáneos» que «mostró una generosidad y un genuino interés»(3).

Ahora, tiempo después, el máximo responsable de las residencias de mayores durante el confinamiento, Pablo Iglesias, que asumió el mando único públicamente, se dedica a amenazar desde el Congreso a cualquier ciudadano que no le rinda pleitesía y Juan Manuel escribe libros escandalizado porque se haya dejado morir a los mayores en esas mismas residencias.

Por eso, me ronda la pregunta, ¿cuáles son los demonios de Juan Manuel?

Capitán Ryder

(1) Es curioso, que entre los lectores que comenta le han afeado su entrevista parece no haber ni uno sólo al que podríamos calificar como “normal”. Uno le acusaba de “postularse para ministro de Podemos”, otro “que siempre había sido un comunista camuflado” y otro que “todo era un contubernio urdido con el Papa Francisco”. Lo dicho, ninguno parecía tener un argumento que se pudiese siquiera estudiar. Alguien al que, como yo, simplemente le sorprendan el distinto trato que dedica a quienes, aunque equivocados, pertenecen a su misma Fe frente al dispensado a quienes dicen bien a las claras que su objetico es destruirla. O a quienes, simplemente sorprenda, que más de 120 años después, y con lo que ha llovida, haya quien se empeñe en seguir haciendo de tonto útil.

(2): Desde que comenzó la crisis económico-sanitaria el Vicepresidente Iglesias se ha dedicado en Twitter a recomendar distintas series de televisión. En su última recomendación decía Pablo Iglesias “Anoche acabé de ver Veneno. Te hace llorar, reír, recordar, empatizar pero sobre todo, te hace comprender el salvaje dolor que se ha INFRINGIDO y se INFRINGE a la personas trans, simplemente por ser ellas mismas. Ojalá mucha gente joven vea la serie”.

Ojalá políticos tan “cultos” como el autor de ese comentario. Al menos, ese parece ser el deseo de Juan Manuel.

(3): En la entrevista con Iglesias, que recuerde, sólo hablaron de dos novelas de Juan Manuel: Coños y la última novela escrita por entonces. Ahora, conociendo la trayectoria sentimental de Pablo Iglesias, se entiende el especial interés por la primera que Juan Manuel califica como “genuino”.

Nota 1: En la entrevista Juan Manuel llega a afirmar que Podemos no tiene medios de comunicación que le representen obviando que medio país, el que tanto desprecia él, tiene infinitamente menos. Además, su afirmación es completamente falsa pues la cadena de TV La Sexta tiene una relación más que cercana con ellos, empezando por el mandamás en temas informativos Antonio García Ferreras. Medio país con cero cadenas de tv que les representen, ni de lejos, y Podemos con una televisión. A Juan Manuel le parece poco.

Nota 2: Ayer, coincidiendo con la moción de censura en el Congreso, Juan Carlos Monedero, el otro ilustre miembro de Podemos que entrevistó a Juan Manuel publicó en Twitter el siguiente texto “Pues me parece un poco aprovechategui lo de Aitor Esteban. Porque si hay menos fascistas en Euskadi es porque la gente de izquierda les ha plantado cara y no se ha callado. Dejas que otros hagan el trabajo y tú quedas como elegante. Contra el fascismo hay que mancharse las manos”. Casi 1000 asesinados y 200.000 exiliados contemplan este texto pero Juan Manuel comparte risas con él.

El artículo en cuestión se titula “La entrevista” y se publicó en El Semanal.

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