Ha comenzado la cumbre anti-abusos.
Como aperitivo tuvimos la reducción al estado laical de ese Cardenal del que nadie sabía sus andanzas sexuales, McCarrick creo que se llama.
Nadie sabía nada a pesar de que el propio Vaticano ha reconocido que el primer aviso se dio en el viaje de Juan Pablo II a EEUU, allá por 1987. Casi nada.
Dice Santo Tomás de Aquino que la Prudencia es la «madre» de las otras virtudes cardinales. Y Josepf Pieper-Heinrich Raskop dicen que «La virtud de la Prudencia significa que el hombre no cierra los ojos cuando toma una decisión. El prudente abre los ojos de su inteligencia, iluminada por la fe, y examina objetivamente la realidad tal como es; la realidad, o sea la situación real de las cosas. Y sólo después de hacer esto toma su decisión».
Y a esto añade «el que no es objetivo y cree que su criterio es superior al de los demás carece de la humildad suficiente para adoptar su juicio a las condiciones de la realidad. Ese tal cree que puede decidirse a favor o en contra de algo de una manera ciega. Y la realidad es que una decisión tomada sin previo examen objetivo de la realidad no puede ser acertada. Y si se trata de una decisión en materia de moralidad, es imposible que sea buena». «El prudente doblega su voluntad al dictado de las cosas. No solamente sabe lo que es bueno, sino que realiza lo que ha visto que es bueno. Por eso las decisiones de la Prudencia no son otra cosa que los dictados de la conciencia. La Prudencia y la delicadeza de conciencia andan siempre juntas. Y toda labor de perfeccionamiento realizada respecto a la una repercute directamente y en el mismo sentido en la otra».
Pues bien, juzguen ustedes si algo de lo que es propio a la Prudencia ha sido aplicado por Francisco en el reciente nombramiento de Kevin Farrell como camarlengo.
En una coincidencia realmente siniestra, en lo que parece un burla en toda regla, Francisco renueva su confianza en uno de los hombres de McCarrick, prácticamente el mismo día que reducía al estado laical al anciano Cardenal americano. Unos suben su cotización, otros bajan, aunque todos se han criado en las mismas aguas fétidas. La única diferencia para estar es si tus actos se hacen públicos o no.
De Farrell se sabe, sin ser exhaustivo:
- Que coincidió con Maciel en los legionarios de Cristo.
- Que fue obispo auxiliar de McCarrick y compartió piso con él, al menos, 6 años.
- Que ha hecho el prefacio al libro del jesuita James Martin, promotor de la homosexualidad dentro de la Iglesia
- Que el ex sacerdote Paul Lennon afirma que es mentira que Farrell no conociese a Maciel a pesar de lo que dice el flamante camarlengo. Es más, afirma que la mayoría de los legionarios no conocían las andanzas de Maciel pero que Farrell era alguien cercano al fundador de los legionarios.
¿Parece que se ha ejercido la Prudencia al nombrarle camarlengo y, anteriormente, Prefecto del Dicasterio para los laicos, la familia y la Vida?
Por cierto, dicen que la cumbre anti-abusos se ha convocado tras consultarlo con el C-9 de Cardenales asesores del Papa.
En ese grupo se encontraba el Cardenal Errázuriz, ya dimitido, por, supuestamente, encubrir abusos y Maradiaga, con su obispo auxiliar dimitido por, supuestamente, abusos y malversación. La defensa de Maradiaga de su obispo auxiliar fue cerrada hasta que un buen día fue aparatado sin más explicación.
Hace unos días estalló el escándalo de Zanchetta, nombramiento episcopal de Francisco que, ha sido acusado de abusos sexuales y malversación, y que desde hace meses, y sin razón aparente, había abandonado la diócesis y había sido recolocado en el Vaticano, ironías, en un puesto financiero.
Ahí sigue Coccopalmerio como Presidente del Pontificio Consejo de los Textos Legislativos, del que se ha publicado que participó en una fiesta gay con drogas en un apartamento vaticano. Este extremo no está confirmado pero si lo está el hecho de que la fiesta era en el apartamento de su secretario, a quien él le había conseguido el apartamento.
La cumbre se ha encargado a Blase Cupich arzobispo de Chicago, con un sacerdote huido de la persecución del Cardenal porque sus feligreses quemaron una bandera arcoíris que había profanado su parroquia. Y en un dato interesante que aporta el blog Catapulta, de Augusto Padilla, nos enteramos que los 3 obispos de Cupich salieron de un seminario con fama de gay-friendly, el St Mary of the Lake, conocido como El Palacio Rosa.
http://catapulta.com.ar/?p=6827
En fin, no le auguro mucho éxito a la reunión.
Seguiremos viendo periódicamente lágrimas de cocodrilo, más promesas de tolerancia cero con este tema.
Cambiando de tercio.
Se habla en muchos blogs, y aún no lo han leído, de la próxima aparición del libro Sodoma.
Todos tienen una opinión, aunque como digo no lo han leído, y a todos les importa una higa. Pero también en este tema no parecen mostrar mucha coherencia por el tiempo que le dedican.
Hasta mi admirado Roberto De Mattei se ha lanzado a la piscina, no puedo afirmar si con agua o sin ella. Más parece lo segundo.
Más allá del contenido, que aún no conocemos y habrá que analizar, el libro tiene algunas pistas interesantes:
- Se comenzó a escribir hace varios años, 3-4.
- Para ello ha tenido acceso al Vaticano. Acceso continuo.
- Su guía parece haber sido Ricca, el obispo católico que vivió un romance con su guardia suizo en la nunciatura de Uruguay y que fue rescatado, como no, por Francisco como rector de la Casa Santa Marta y enlace con el Banco Vaticano. Y, más importante aún, el que sin pretenderlo descubrió el pastel sobre las intenciones de Francisco de integrar la homosexualidad dentro de la Iglesia. A una pregunta sobre la rehabilitación de Ricca fue a la que Francisco contesto aquello de ¿Quién soy yo para juzgar?
- Es decir, esta operación parece de mucho calado, no sería algo para despreciar. Que el escritor sea enemigo de la Iglesia es bastante menos importante como que la colaboración la ha tenido desde dentro del Vaticano. Siempre fueron mucho más peligrosos los caballos de Troya que los enemigos externos.
- Por último, y es una opinión muy personal, creo que el daño para la Iglesia será bastante menor que el previsto por los monseñores colaboradores de este engendro porque desde que empezó este plan muchas cosas han cambiado, una de ellas fundamental, el Testimonio Viganó(1).
La valentía de este arzobispo puede haber pinchado parte del efecto buscado con este libro por los Ricca y compañía.
Las caretas han caído.
Capitán Ryder
(1) Creo que aún no somos conscientes de lo que supone este Testimonio.